La rigidez nos acerca a la muerte.

Cuando nacemos nuestras articulaciones son flexibles, la piel suave y transparente. Con el paso del tiempo perdemos la flexibilidad así como la frescura. Es esto es un símil de lo que nos ocurre en la mente.

Atrás quedaron los sueños, la alegría, la fe en uno mismo. Nos volvemos adultos oscuros avanzando por un camino tenebroso, acompañados por el miedo a: envejecer, enfermar, arruinarnos o morir.

¿Y si te digo que todo es producto de una forma errada de pensar? ¿ Por qué aceptamos las normas de una absurda sociedad que no nos aporta nada?

Observa tu mente con un espíritu crítico, la rigidez mental que asola el alma nace de pensamientos que no proceden de ti, pensamientos que flotan en la inmensidad del subconsciente colectivo.

Renace hoy y haz de tu mente un vergel donde nazcan pensamientos llenos de amor y compasión. Libérate de los juicios, vuelve a ser como un niño, confía y vive el presente.

Si tu mente recupera su infancia también tu cuerpo volverá a ser flexible y tu piel fresca. La alegría, la confianza, la salud y la abundancia caminarán de tu mano.

Aprende cada día, una mente ágil, abierta y dispuesta al cambio te acerca a la vida, a la eterna juventud, a la plenitud del alma.

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Equivocarse es avanzar